Decir que en el periodo entre 1933 y 1945 hubo un verdadero movimiento de resistencia en contra del nazismo dentro de Alemania, sería como mínimo aventurado.
El régimen nazi hizo los deberes y preparó su revolución de manera concienzuda, por lo que apenas dejó cabos sueltos tras su llegada al poder. Esto dejó muy poco espacio para que, algunas personas a título individual y algunos reducidos grupos, trataran de llevar a cabo actos de resistencia contra el régimen de Adolf Hitler. Pero a pesar de ello, alguno hubo.
Esta es la historia de uno de esos pequeños grupos de opositores internos al régimen nazi.
Alemania 1933
A mediados de los años treinta el poder del régimen nazi en Alemania era indiscutible. A través de la violencia cometida primero por las Secciones de Asalto (SA) y posteriormente por la Gestapo, la policía secreta del régimen, el partido nazi había logrado un férreo control del país en unos pocos meses.
Siguiendo el modelo soviético de los gulags, los nazis habían creado sus primeros campos de concentración en marzo de 1933 para encerrar a la oposición al nuevo régimen.


Además, los alemanes, fieles siempre a las normas impuestas, hicieron el trabajo de la Getapo mucho más fácil, denunciando masivamente a aquellas personas que incumplían las nuevas leyes.
En este ambiente de asfixiada libertad, era realmente complicado organizar cualquier tipo de resistencia contra el nuevo poder. Ni siquiera el KPD, el Partido Comunista de Alemania fue capaz de organizar una clara resistencia ante los nazis.
Sólo personas individuales o pequeños grupúsculos, sin una posibilidad real de cambiar las cosas, podían realizar actividades consideradas por la Gestapo como subversivas.
la “organización”
A mediados de los años treinta, se formaron en Berlín diversos grupos de amigos y grupos de estudio en torno a dos parejas. Por un lado se encontraba el matrimonio formado por Arvid Harnack, un funcionario del Ministerio de Finanzas y su mujer Mildred. Y por otro, Harno Schulze-Boysen y su mujer Libertas.


A través de diversos contactos con estas dos parejas, diferentes grupos de personas, hasta un total de 150, formaron pequeñas células de oposición entre 1940 y 1941.
El origen de estas personas era bastante variopinto, ya que se oponían al régimen por motivos diferentes y en algunos casos, hasta enfrentados. En ellos se encontraban estudiantes, artistas, periodistas o funcionarios públicos. Una parte muy importante de estos grupos estaban integrados por mujeres.
No existía una organización como tal. Sencillamente era gente que, a título personal, se unía en pequeños grupúsculos, que a su vez estaban en contacto con otros. Personas con buenas intenciones, pero con una capacidad muy limitada de acción.
actividades
A pesar de la buena voluntad de sus integrantes, la llamada Orquesta Roja no era una organización al uso, sino un simple grupo de personas reunidas en torno a la idea de combatir al régimen nacionalsocialista alemán.
Esta falta de organización y también debido a la falta de medios, impidió que la Orquesta Roja no pudiera realizar verdaderos actos de resistencia contra el nazismo, sino que se limitara a una mera actividad informativa y de propaganda de alcance muy limitado.
Tras el inicio de la guerra mundial en 1939, Arvid Harnack y Harro Schulze contactaron con representantes de las embajadas estadounidense y soviética para advertirles del movimiento de tropas alemanas.
La embajada soviética incluso llegó a proveerles con una radio con la que podían contactarles si disponían de más información al respecto. Esta radio desgraciadamente nunca se utilizó debido a problemas técnicos.


La poca entidad de la organización o el bajo nivel de las informaciones proporcionadas quizás fuera la razón de que ni los estadounidenses ni los soviéticos hicieran ningún esfuerzo por mantener o mejorar el contacto con la Orquesta Roja.
Donde las personas que integraban estos grupos de opositores sí que tuvieron cierta relevancia fue en la distribución de panfletos y propaganda anti nazi.
En un primer momento, la distribución de propaganda se limitó a personas concretas. Mediante una serie de cartas abiertas, denunciaban las atrocidades cometidas en el frente oriental y advertían a los oficiales de la administración sobre el aciago final que le esperaba a Alemania si se seguía por ese camino.
Una de estas cartas, titulada “Carta abierta sobre el Frente Oriental”, describe muy bien cuál era el estado de ánimo y la preocupación de este pequeño grupo de alemanes.
La carta, firmada con las siglas “AGIS” se envió de manera anónima a centenares de funcionarios estatales durante el invierno de 1941-42, esperando algún tipo de reacción contra el régimen desde el mismo corazón de sus instituciones.
Desde finales de 1941 y hasta mediados de 1942, la organización también distribuyó diversos ejemplares de un panfleto contrario al nacionalsocialismo, Die Innere Front o El frente interior.


Los medios de los que disponían eran tan limitados, que las copias se realizaban sobre planchas de cera y se imprimían con pintura de pared en una tienda de decoración de Berlín.
El paraíso comunista
Entre el 8 de Mayo de 1942 y el 21 de Junio de 1943 tuvo lugar en Berlín una exposición temporal llamada El Paraíso Soviético. La exposición se concibió como un intento de aumentar la moral de la población alemana ante el fracaso de la ofensiva en el frente oriental el año anterior.
Mediante imágenes dantescas de los horrores que les esperaban a los alemanes si los soviéticos ganaban la guerra, el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels desplegó toda la retórica tradicional alemana de superioridad racial, moral y cultural sobre los pueblos eslavos del este.


Como contestación a esta exposición, en la noche del 17 de Mayo de 1942, varios integrantes de la Orquesta Roja salieron a las calles de Berlín para colocar panfletos en contra del régimen nazi. Como si del cartel de una exposición similar se tratara, los carteles rezaban “Exposición permanente, El paraíso nazi. Guerra, Hambre, Mentiras, Gestapo. ¿Cuánto tiempo más?”
Esta acción no tuvo ningún efecto sobre la población berlinesa, ya que el régimen aguantaría todavía tres años más.
Integrantes
Las personas que formaban la Orquesta Roja tenían procedencias muy dispares. A continuación nombraré a varios de ellos para mostrar un poco de qué estoy hablando
Harro y Libertas Schulze-Boysen
Este matrimonio fue uno de los núcleos de unión de diferentes personas con ideas contrarias al régimen. Sus profesiones, de funcionario público él y de periodista ella, les permitieron entrar en contacto con personas de diferentes sensibilidades.


Hans y Hilde Copi
Educados en un ambiente progresista, este matrimonio participó en varias actividades de resistencia contra el régimen nazi. Hans Copi estuvo en contacto con la embajada soviética en Alemania, con la cual pretendía establecer un contacto por radio. La operación falló debido a problemas técnicos.


Kurt y Elisabeth Schumacher
Este matrimonio, formado por un escultor y una artista gráfica, comenzaron a ayudar a represaliados por el régimen desde 1934. Posteriormente entrarían en contacto con otros integrantes de la organización y participarían en la distribución de panfletos contra los nazis.


Mildred y Arvid Harnack
El círculo alrededor de esta pareja estaba centrado en la educación más que en la acción. A pesar de ello, Mildred Harnack participó en diferentes actos de resistencia gracias a su trabajo nocturno en una escuela.


Claire y Karl Behrens
Esta pareja había sido alumna de Mildred Harnack en la escuela nocturna. Karl Behrens a su vez creó un pequeño grupo de opositores al régimen en la fábrica de turbinas de AEG en Berlín.


Erika von Brockdorff
Esta joven mecanógrafa realizó algunas actividades de resistencia. En 1942 acogió a u paracaidista enviado desde la Unión Soviética y le ayudó a establecer contacto y a escapar.


Herbert Grasse
Este impresor de profesión fue uno de los responsables de producir el panfleto de oposición El frente interior. Además, estaba en contacto con otros miembros del grupo.


persecución y caída
El final de la Orquesta Roja llegó en el verano de 1942. El año anterior, la inteligencia alemana había interceptado un mensaje de radio enviado por el agente soviético de nombre en clave “Kent”.
En este mensaje, se incluía las direcciones en Berlín entre otros de Arno Schulze-Boysen. Además, este espía soviético visitó Berlín en octubre de 1941, donde se reunió con varios miembros de la organización. Este mensaje se descifró en el verano de 1942. En pocos días, más de 130 personas acabaron en los calabozos de la Gestapo.
“Kent” había visitado Berlín una única vez, pero la Gestapo creyó que las personas a las que visitó y que figuraban en su mensaje enviado a Moscú el año anterior eran miembros de una gran organización soviética que operaba en el corazón del Reich alemán. Las autoridades alemanas no tuvieron compasión.


A pesar de que se trataba de civiles, se juzgó a los acusados en el la Coste Marcial del Reich, por lo que al juzgarlos por la vía militar, se arriesgaban a penas mucho más duras de lo habitual. A los acusados no se les permitió elegir abogado defensor ni tampoco se les comunicó exactamente su acusación hasta el mismo momento del juicio.
Entre diciembre de 1942 y octubre de 1943 se llevaron a cabo 24 juicios a puerta cerrada. Se sentenció a muerte a 49 personas, 39 fueron condenados a penas de cárcel y 5 fueron absueltos. Muchos otros fueron ejecutados sin juicio previo y varios se suicidaron en prisión.


Este fue el final del mayor grupo de resistencia alemana al régimen nacionalsocialista.





